A continuación, les mostramos el artículo publicado en el diario La República sobre otro de los nevados afectado gravemenete por el calentamiento global, producto de la contaminación: el nevado (estrato volcánico) Coropuna (6,425 msnm).

El Coropuna. Otro gigante que agoniza
En los últimos 50 años este nevado ubicado en la provincia arequipeña de Condesuyos perdió más de la mitad de su casquete glaciar.
(Por: Juan Carlos Soto)

A treinta kilómetros de distancia, el Coropuna regala una postal engañosa: un pico sin cabeza con sus nieves intactas que en el alba brillan. Pura ilusión óptica. Una chalina de nubes constante y las montañas aledañas se han encargado de encubrir cómo este glaciar –otrora centro de adoración inca– perdió más de la mitad de sus nieves perpetuas.

El desastre ecológico ocurrido en los últimos 50 años solo es apreciable cuando se está en la laguna de Pallarcocha, la zona más cercana al pie del nevado y paso obligado de los andinistas que escalan la montaña.

El espejo de agua está alimentado de invisibles manantiales nacidos con el recurso descongelado de la cumbre. Hasta ahora nadie ha detectado el curso de los afluentes de dicho depósito natural represado por rocas, hábitat de peces de agua dulce y sobrevolado por extrañas aves negras con pecho blanco que se lanzan como bólidos a la piscina en busca de la presa deseada.

¿Qué pasará con este pequeño Edén andino con un Coropuna muerto y pardo? ¿Qué sucederá con los más de 50 mil habitantes de las provincias arequipeñas de Castilla y Condesuyos dedicadas a la agricultura que reciben en temporada de estiaje el agua de las nieves perpetuas?

Desde Pallarcocha, las laderas de la montaña son escenario de una guerra de colores: el pardo tierra versus el gris brillante, este último en franca retirada. Según la BBC de Londres, desde 1970 todo el hielo derretido asciende a siete mil millones de metros cúbicos. Una dotación para aplacar la sed de una ciudad de 8 millones de habitantes, durante 10 años.

Esta tribuna también sirve para contemplar la agonía de los hermanos menores del Coropuna: El Solimana, en la provincia de La Unión y Sara Sara (Ayacucho). Hoy montañas totalmente azuladas con rezagos de hielo solo en sus picos. Ojalá no sean los retratos futuristas del gran Coropuna.

ALTURA CALIENTE
El ingeniero Renán Alegre de GTZ-Copasa, sostiene que indefectiblemente los nevados ubicados en climas tropicales como los andes van a desaparecer como consecuencia del calentamiento global de la Tierra. Según Inrena, la desaparición ocurrirá en los próximos 30 años. Las superficies andinas cubiertas de glaciar en Perú experimentaron ya un retroceso de 22% en las últimas décadas. Todo indica que la letra del vals Mi Perú, de Manuel Raygada Ballesteros, que alude a cumbres nevadas, será anécdota.

En el caso del Coropuna, en donde Copasa realiza un monitoreo permanente, Alegre no pronostica en qué periodo desaparecerá todo el casquete. Sin embargo, desde hace 50 años se detectó una pérdida promedio de un kilómetro de nieve al año. Las poderosas masas de hielo fundido jamás vuelven a recuperarse. En temporada de lluvias y heladas meteorológicas, la cumbre podrá amanecer vestida, pero no hay reposición de la densidad original.

Alegre añade un dato adicional que debe ser clave para entender la acelerada pérdida de las nieves perpetuas. A raíz de esta calentura que sufre la Tierra, la temperatura en Arequipa sufrió un incremento de un grado. Sin embargo, en zonas con una altura mayor a los cinco mil metros y en donde se encuentran la mayor cantidad de glaciares, el ascenso es dos grados en periodo de invierno.

Senamhi-Arequipa tiene una estación meteorológica en Imata, una reserva andina ubicada a 4.500 metros de altitud. En 1970, la temperatura mínima descendía a menos 11,9 grados. Actualmente, este valor alcanza menos 9,9 grados.


EL NIÑO TRAVIESO
El calentamiento global atribuido a la galopante contaminación ambiental está también generando una serie de efectos colaterales. Uno de ellos es el fenómeno de El Niño, ahora con una mayor presencia cíclica en Perú. Si antes ocurría cada treinta años, este ahora se da cada cinco o diez años. El Niño además de calentar las aguas frígidas del Pacífico, produce corrientes de aire caliente que se elevan por encima de los cinco mil metros de altura y ayudan a derretir las capas congeladas. Otros estudios revelan que en estas fases calientes los glaciares pierden un grosor de 600 a 1.200 milímetros.

El jefe del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAM) Eduardo Talavera, señaló que otro de los factores que influye en desglaciación del Coropuna es la radiación solar (IUV). Arequipa tiene una de las más intensas si se compara con parámetros de otras regiones. En octubre, la IUV alcanzó 11, en Cajamarca 6 y Puno 8. La estadística ayuda a llegar a conclusiones.

La descongelación es un proceso irreversible. Renán Alegre recomienda a los beneficiarios de los deshielos nuevas opciones para satisfacer sus necesidades hídricas. Por ejemplo, la extracción de agua sacada del subsuelo, la construcción de represas que almacenen líquido elemento en temporada de lluvias, mejora de la infraestructura de riego, cambio a cultivos que demanden menos agua. Hay que ponerse a trabajar y no dejarse engañar por la fotografía que el Coropuna nos regala de lejos. De cerca la realidad es distinta.

Datos.
Explorador. En 1911, Hiram Bingham fue uno de los primeros en llegar hasta el pico. El descubridor de Machu Picchu tenía la errada percepción de que el Coropuna era mucho más alto que el Huascarán (Áncash)

Da altura. Coropuna significa en quechua elevación fría descabezada con cuatro conos. Su punto culminante alcanza 6.426 m de altitud. Su dimensión aproximada es de quince kilómetros (este-oeste) y ocho km. (norte-sur).

Fuente: Diasrio La República (http://www.larepublica.com.pe)

Esta secuencia de imágenes fue del Curso Básico de Alta Montaña organizado por el Club de Montañistas CAMYCAM. Uno de los mochileros asistió en este curso. Las clases que se ven en imágenes se realizaron el 26 y 27 de enero del presente año; el primer día (aclimatación) en San Mateo y el día siguiente (clase práctica) en el glaciar San Andrés, en las inmediaciones de Ticlio (Cordillera Central, 4,818 msnm).